A partir de enero de 2015 muchas empresas y profesionales se verán obligados a emitir la factura electrónica. Descubre en qué consiste y a qué profesionales afecta.
¿Sabías que a partir del año que viene para muchas empresas y profesionales será obligatorio emitir facturas electrónicas? Así lo indica la nueva “Ley de impulso de la factura electrónica y creación del registro contable de facturas en el sector público”. Pero, ¿qué es realmente una factura electrónica y quiénes están obligados a emitirlas?
¿Qué es una factura electrónica?
Es cierto que muchos profesionales autónomos y empresas emiten sus facturas en documentos PDF y las envían a sus clientes a través de correo electrónico. Sin embargo, estamos ante un sistema que no cumple con todos los requisitos necesarios, debido a que el documento no presenta garantía de origen. La factura electrónica, también denominada e-Factura, también tiene soporte digital, pero incluye una característica que el resto de documentos al uso no tienen. Nos referimos a la firma digital, lo que le otorga una validez oficial plena.
Las facturas digitales, además, son un documento informático (sí, tu empresa por fin dirá adiós al papel y a los gastos derivados de la impresión) que se envía de manera telemática y que cuenta con una garantía de autenticidad. Para poder emitirlas, empresas y profesionales pueden utilizar distintos programas como FacturaGem, Gesio o Endeve, este último de carácter gratuito.
¿Quiénes están obligados a emitirlas?
Como te decíamos, a partir de enero de 2015 solo estarán obligados a generar facturas electrónicas:
– Empresas o profesionales que facturen servicios a la Administración.
– Empresas que tengan más de 100 empleados.
– Empresas con un volumen de operaciones superior a 6.010.121,04 euros, aunque facturen al sector privado.
¿Qué debe contener una factura electrónica?
Al igual que en papel, las facturas electrónicas deben incorporar la siguiente información: número, fecha y datos del emisor y el receptor (nombre y apellido, razón social, domicilio y NIF). Ya en el cuerpo del documento, describiremos la operación, servicio o producto y añadiremos los correspondientes tributos: IVA e IRPF, si procede. Finalmente, es necesaria (aunque no obligatoria) la incorporación de la firma electrónica, con la que dotaremos de validez legal el documento.
¿Cuáles son las ventajas de la e-Factura?
Una de las principales y más evidentes ventajas de la factura electrónica tiene que ver, precisamente, con el ahorro. Los profesionales y empresas que incorporen este sistema de facturación a su rutina se ahorrarán la impresión de papel y reducirán significativamente el tiempo que ahora invierten en la emisión y el envío de este tipo de documentos a sus clientes.
Lógicamente, esta reducción de papel nos evitará llenar estanterías y más estanterías con estos documentos (que por cierto deben conservarse durante al menos cinco años) y mejorará con creces nuestra eficiencia administrativa.